Nos han visitado

miércoles, 20 de febrero de 2013

Aprendiendo de los niños


Los niños son pequeños baúles de sorpresas y de enseñanzas, si paramos para observarles, escucharles y seguirles, aprenderemos mucho más de ellos, que ellos de nosotros.
Pero parece que a veces concebimos el proceso de aprendizaje como una calle de un solo sentido. Nos convendría dedicar más tiempo a aprender de los niños, y menos a enseñarles.
Los niños son espontáneos. No analizan ni elucubran cosas. Simplemente se mantienen ocupados siendo ellos, siempre viven fascinados, son curiosos: una piedra, un charco, un escarabajo o un charco, es una fuente asombrosa para ellos. Todo es una experiencia nueva y emocionante. Los adultos nos desconectamos y ya no entendemos de rocas, insectos, charcos ni ratones. Aún podríamos aprender mucho de estas cosas, pero el problema es que, al llegar a la edad adulta, olvidamos cuán mágico es este planeta. Los niños son alegres, curiosos, espontáneos, mágicos... ¿donde hemos dejado esta capacidad de sonreír y reírse de uno mismo?
¿cuándo hemos dejado de ser niños? 
Os dejo este vídeo, es la relflexión de un niños sobre los adultos, es fantástico, no dejeis de verlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario